jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Perderemos también el tren del empleo verde?

Tan sólo quedan unos días para que los españoles nos pronunciemos en las urnas y más de uno querríamos que el voto tuviera poderes redentores para esta maltrecha economía nuestra. 

Pero una redención en la senda adecuada no un retorno a cualquier forma de economía con tal de que genere empleo mañana.  Alguna lección debe quedar de la dolorosa factura que nos está pasando haber crecido a través de sectores que no generaban conocimiento y se sustentaban en el uso intensivo de recursos naturales. 

En este punto,  a nuestro juicio el futuro pasa por conseguir que España se alinee con los países que viajan ya hacia una economía baja en carbono.  Más cerebro, menor pérdida de recursos naturales, más eficiencia en el consumo.  No menos competitividad, ni menor desarrollo.

Este tipo de economía genera lo que se ha dado en llamar empleos verdes.

Sobre qué se considera empleo verde hay un debate específico en el que algunos consideran sólo las ocupaciones vinculadas a actividades ambientales y otros establecen una categoría más amplia donde se podría incorporar a todas aquellas profesiones que se desarrollan en sectores y empresas con un impacto ambiental reducido compatible con un modelo económico más sostenible.

Desde una perspectiva u otra hay consenso sobre la oportunidad e idoneidad de crear empleo en este ámbito pues se trata de economía, en su mayoría de valor añadido, que encontrará  más ventajas o, cuando menos, menores obstáculos en un futuro marcado por el cambio climático.

Para constatarlo reunimos aquí algunas publicaciones que investigan sobre este nicho de empleo:

Sin embargo, un asunto como este no ha tenido espacio en el debate electoral mayoritario sobre empleo. Aún parece provocar pudor conectar medio ambiente y economía como si en ello hubiera una sospecha de frivolidad.   Bien al contrario en ese binomio hay una senda de progreso económico y social por explotar.  

Ojalá el partido que llegue al Gobierno el domingo no consienta  que también perdamos el tren del empleo verde