martes, 19 de abril de 2011

La RSC se cuela en el lenguaje político

Solo unas líneas para dejar constancia de lo que nos ha aparecido un hito en la historia de la Responsabilidad Social Corporativa en España.

Estábamos acostumbrados a las declaraciones de Ramón Jaúregui que lleva años apoyando el desarrollo de la RSC en España, sin embargo, las palabras de la vicepresidenta Elena Salgado en relación a las últimas decisiones de Telefónica representan un salto cualitativo importante. 
Sus declaraciones del sábado rompieron las barreras del debate técnico entre los actores sociales cercanos a la Responsabilidad Social Corporativa para introducir este término en el lenguaje político convencional como argumento hacia las empresas. Sin duda, toda una novedad que  puede abrir una nueva línea de debate público. ¿Se convertirá en algo común apelar a la RSC para juzgar el comportamiento empresarial?

En cualquier caso, lo que sí parece indudable es que la repercusión mediática de las palabras de la Ministra supone un reflejo de la madurez del debate sobre las responsabilidades sociales y ambientales de las empresas. El tiempo dirá si se queda solo en la anécdota o nos encontramos ante un giro en la dialéctica entre empresas y políticos. Por ahora, se trata sólo de un aviso a navegantes.

Fragmento de las declaraciones realizadas por Elena Salgado  según las recoge Expansión:

Salgado ve inoportunos los despidos de Telefónica: “Los españoles son parte de los beneficios globales de la empresa”
“La ministra quiso dejar claro que es una reflexión “que no entra en el terreno de lo legal, y el ERE deberá ser evaluado como son todos los que se presentan”. De lo que se trata es de una “consideración de oportunidad y de RSC: porque es verdad que Telefónica es una empresa multinacional que está obteniendo buena parte de sus beneficios fuera de España, pero no es menos cierto que esa inversión en otros países se ha hecho desde España. En algunos casos con regímenes fiscales favorables, que se refieren a los costes financieros, a la denominación del fondo de comercio”. “La RSC debería haber jugado otro papel aquí”.

Otros medios que también recogen las declaraciones:

La Vanguardia: Salgado ve inoportuno el plan de Telefónica de recortar un 20% su plantilla
El País: Salgado: "La crisis la están pagando quienes no son responsables de ella"
El Mundo: Salgado ve 'inoportuno' el recorte del 20% de la plantilla planteado por Telefónica

viernes, 15 de abril de 2011

Inmersión en el mundo de la ecoimprenta

Qué difícil es conseguir proveedores sostenibles. Quizás uno de los ámbitos al que más tiempo hemos dedicado en LaCélula ha sido el de la ecoimpresión. Nos gustaría que toda nuestra papelería corporativa fuera sostenible, pero es complicado: existe aún poca oferta y los precios no son muy accesibles para pequeñas producciones. De momento hemos empezado con las tarjetas de visita, y hemos conseguido imprimirlas en papel 100% reciclado, sin cloro ni blanqueantes ópticos y con varios sellos internacionales (Cyclus Offset, 350gr). Avanzar más allá, dada la escasa -aunque progresivamente mayor- oferta existente en España nos resultaba complicado.

  El resultado: nuestras tarjetas de visita
Aprovechando esta inmersión en el mundo de la ecoimprenta y la ecoedición, queremos hablaros de estos nuevos modos de hacer en un oficio tradicional como es el de la imprenta. ¿Qué es la ecoimpresión? ¿Qué tenemos que hacer, en qué debemos fijarnos, si queremos que nuestras publicaciones o materiales de papelería ocasionen el menor impacto ambiental?

En la práctica, imprimir de manera ecológica, tiene que ver con:

  •  El papel que va a utilizarse
  • Las tintas con las que vamos a imprimir
  • Las máquinas utilizadas en el proceso de impresión y el propio proceso

En cuanto al papel, existen multitud de tipos, dependiendo del origen de la materia prima y del proceso de producción. De hecho, tal y como sugiere el blog ecolab (El País), es prácticamente imposible comprender qué ofrece cada papel y qué garantías aportan la multitud de sellos que hay en el mercado. Sería muy ambicioso pretender aclarar aquí todo este galimatías, pero sí podemos resumir los tipos de papel existentes:

  • papel de fibra virgen: puede ser convencional (la obtención de fibra no tiene en cuenta criterios ambientales) o la fibra puede proceder de madera de bosque gestionados de forma sostenible (famoso sello FSC).
  • papel ecológico: en su proceso de fabricación se han tomado las medidas concretas para reducir el impacto ambiental, intentando minimizar el uso y consumo de recursos naturales y energía, las emisiones al aire, agua y suelo, los residuos y la producción de ruidos y olores durante la extracción de las materias primas, el impacto ambiental de la distribución, etc.
  • papel reciclado: para su fabricación se han empleado como materias primas fibras recuperadas de papel y/o cartón de post-consumo.
  • papel con bajo contenido en cloro o libre de cloro: en los papeles ECF (“libre de cloro elemental”), se utiliza dióxido de cloro para el fabricado de la pasta, aunque no se utiliza ni cloro ni gas. Para blanquear los papeles TCF ("totalmente libre de cloro"). se utilizan alternativas como el oxígeno o el ozono, eliminándose por completo el uso del cloro.

Es recomendable intentar usar siempre papel reciclado, o con un alto porcentaje de fibras recicladas. Aquí hay información muy útil sobre los distintos tipos de papel, y también en el Manual de la Junta de Andalucía sobre ecoedición. Además, si es posible, estaría bien asegurarnos de que el papel que utilicemos cuente con algún sello oficial que certifique que efectivamente el papel cuenta con las características que anuncia (el sello Ángel Azul o la Etiqueta Ecológica Europea de al UE son los más conocidos).

En cuanto a las tintas, lo ideal sería emplear tintas de base vegetal siempre que sea posible, como las tintas de soja. La soja utiliza muy poca agua para crecer y de ella se obtiene también aceite, que puede utilizarse para muchas cosas, entre ellas para hacer tinta. Así, la procedencia de esta tinta es el aceite vegetal y no el petróleo, por lo que produce muy pocos compuestos orgánicos volátiles. Además, el papel impreso con tinta de soja es más fácil de reciclar, puesto que sale con mayor facilidad del papel y se necesita menos energía en el proceso, y los colores resultan más densos y brillantes. Sin embargo, por el momento, la impresión con este tipo de tintas no está generalizada, al menos en España. Aquí, aquí y aquí sí imprimen con tintas de base vegetal.

Por último, imprimir de manera ecológica implica también que la maquinaria utilizada en el proceso de impresión debería cumplir con ciertos requisitos. Según Enric Borrás, de Ecopres, aquí lo que cuenta es el uso de agua y energía que hacen las máquinas, así como la generación de aguas residuales y otros residuos, además de las emisiones generadas. Parece que poco a poco comienza a extenderse la utilización de máquinas de impresión sin agua (que realizan impresión litográfica utilizando diferentes láminas para transferir la imagen al papel sin utilizar agua). De este modo, los originales van del ordenador del diseñador al de la máquina y la placa de impresión se hace no con productos químicos, sino con láser. Este proceso minimiza la emisión de compuestos orgánicos volátiles, asociados a la disminución de la capa de ozono, así como los vertidos de agua contaminada al alcantarillado.

Claro, que lo más ecológico es no imprimir o hacerlo cuando sea absolutamente necesario… O eso, o usar esta máquina, pero visto su precio, parece poco accesible por el momento.


Otros links interesantes

-          www.lovelyasatree.com/  
-          www.ecoedicio.cat/
-          www.greengraphicdesign.net/
-          www.hopepaper.org/
-          www.eltinter.com/ 
-          www.laimprentaverde.com/

miércoles, 6 de abril de 2011

¿Tienen los chinos derecho a incrementar su salario?

El País Negocios del domingo pasado (3 de abril de 2011) incluía un reportaje titulado ‘Los gigantes deportivos sudan la camiseta’. El texto venía a analizar el fuerte impacto que está teniendo la subida de las materias primas en las perspectivas de negocio para 2011 de las grandes empresas de material deportivo, véase Adidas, Nike, Puma o Rebook. Sin embargo, este no es el único factor que está presionando al sector. Según una analista de Citigroup citada en el artículo, “el Congreso Nacional de China ha anunciado que aumentará los salarios de los trabajadores en un 20% en los próximos cinco años”.  Indicar en este punto que China es el lugar donde estas compañías fabrican  la mayor parte de sus productos.

¿Solución aportada por la analista?: trasladar la producción a Vietnam o Camboya.

La experta lo ve claro. Esta medida es difícil porque habría que crear antes la infraestructura fabril pero la reducción de costes es clara.

Desde una perspectiva social y ambiental no resulta tan evidente.

Sería fácil arremeten contra la frialdad de los mercados y la alegría con la que se lanzan según que recomendaciones desde los confortables despachos de Londres o Zurich, pero pongámonos en el lugar de estas empresas. Materias primas al alza y un modelo de negocio basado en la venta exponencial de material deportivo a una población con el bolsillo mermado por la crisis. ¿Cómo se puede cuadrar esto con la sostenibilidad?

Sencillo. No cuadra. Y no lo hace porque la mayoría de los modelos de negocio más exitosos que conocemos no responden a las incertidumbres que los factores ambientales y sociales introducen en el largo plazo.

Hay esfuerzos significativos por lo lograrlo, como mostrábamos en nuestro post anterior, pero queda un inmenso camino por recorrer. Y no sólo por parte de las empresas. Los consumidores son quienes quieren zapatillas más baratas y adquirir unas nuevas cada temporada.

La situación que enfrentan las empresas de material deportivo, aparentemente coyuntural, es un verdadero símbolo de la dimensión del cambio que será necesario acometer para construir una economía baja en carbono y más humana, o ¿es que los chinos no tienen derecho recibir un mejor salario?