Voluntariado Corporativo para el Desarrollo

Ayer tuve la oportunidad de asistir a un desayuno de trabajo sobre Voluntariado Corporativo para el Desarrollo organizado por Fundación Codespa y Boston Consulting Group (BCG).

Siempre es interesante dedicarle un tiempo a asistir a este tipo de eventos, especialmente, cuando nos proponen compartir ideas y trabajar juntos para analizar nuevas formas de colaboración e intervención social. 

El  Voluntariado Corporativo para el Desarrollo es una de esas nuevas formas. Para definirlo me remito a la explicación que nos facilitaron los organizadores de este evento: es aquel en el que la empresa apoya a sus empleados para realizar acciones de voluntariado que tengan como finalidad contribuir a la erradicación de la pobreza en países en desarrollo a través de sus conocimientos profesionales.

La implementación de este tipo de voluntariado es difícil pero abre una intersección muy interesante entre empresas, ONGs y las comunidades en desarrollo. Un espacio de aprendizaje mutuo y contribución social que merece ser explorado.

El encuentro de ayer me permitió conocer las opiniones de gente muy involucrada en el fomento del Voluntariado Corporativo en España que compartían esta impresión y buscaban el modo de expandir esta práctica. Canal de Isabel II, Barclays, Telefónica, NH Hoteles, Fundación Corresponsables, Fundación Ferrovial y Fundación Hazloposible fueron algunas de las organizaciones activamente representadas en este debate.

Por nuestra parte, consideramos que es necesario cultivar una cultura de colaboración y participación social que permita que prospere en las empresas la idea de un voluntariado corporativo en países en desarrollo.

Hablamos de un tipo de Acción Social muy desarrollada, para la que se necesita contar con una serie de capacidades y experiencias previas en el marco de la intervención social. Una empresa sin experiencia en Voluntariado Corporativo y alianzas con organizaciones del sector social va a encontrar muchas dificultades para desarrollar un programa de Voluntariado Corporativo para el Desarrollo. 

Sin embargo, algunos datos revelan que en España aún queda mucho por recorrer en materia de Voluntariado Corporativo. El informe 2010 del Observatorio del Voluntariado Corporativo en España señala que el 60,8% de las empresas no evalúan la satisfacción de los empleados que participan en sus programas de de voluntariado, ni la de la entidad que se beneficia de este trabajo. Además, el 82,4% de las empresas no cuentan con indicadores que midan el resultado de sus programas de Voluntariado Corporativo. 

Codespa está desarrollando un proyecto denominado ‘Voluntariado Corporativo para el Desarrollo. Una herramienta estratégica para integrar empresa, empleados y desarrollo’ con el apoyo de BCG y la financiación de la Comisión Europea.  Las experiencias que reúne este trabajo y algunos de los ejemplos que conocimos ayer nos indican que hay una gran oportunidad en el Voluntariado Corporativo para el Desarrollo. Ojalá que las empresas españolas profundicen en el potencial estratégico de su Acción Social y no se la pierdan.

Por lo pronto, Codespa tiene previsto impartir un curso sobre este tipo de voluntariado en septiembre. Vista la calidad de los contenidos facilitados ayer recomendamos tenerlo en cuenta.

 Alma Pérez

A piñón fijo

En LACÉLULA estamos embarcados en una búsqueda de proveedores que nos permita apoyar con nuestra propia actividad una economía más sostenible. Queremos predicar con el ejemplo y hacernos con una cadena de suministro a nuestra medida, pero reconocemos que esta búsqueda no está siendo fácil. Es por ello que queremos compartir aquí nuestros avances: contaros qué proveedores vamos encontrando y que nos ayudéis si conocéis a gente que pueda resultar interesante en este sentido. En este post, el primero de esta serie de contenidos en La metamorfosis del erizo, os contamos uno de nuestros recientes hallazgos.

La pasada Navidad, la primera de LACÉLULA, quisimos agradecer a ciertas personas su apoyo en los comienzos de nuestro proyecto. Y decidimos hacerlo de una manera especial: galletas de té verde matcha y chocolate blanco, envueltas manualmente -y cariñosamente- por nosotros, y acompañadas de un breve relato. Pero además le dábamos vueltas a la idea de que el detalle fuese, hasta donde podíamos controlar, “de bajo impacto”. Así que para su distribución, decidimos interesarnos por servicios de ecomensajería.

Fue entonces cuando dimos con los chicos de A piñón fijo. Ellos se autodefinen como “mensajería ecológica formada por experimentados mensajeros en bicicleta”. Si nosotros tuviéramos que hablar de ellos, lo haríamos como: “decididos y valientes emprendedores que recorren Madrid a pedaladas y que demuestran que es posible sumar empresa y sostenibilidad”. Además de su eficacia y entrega (el día de la distribución de nuestras cajas de galletas se estaba produciendo el diluvio universal en Madrid), nos sorprendió gratamente el precio del servicio. Una clara muestra de que se puede hacer negocio, dando un servicio de excelente calidad y precios, sin contribuir a la degradación del medio ambiente. 


A partir de ahora… nos pasamos a la ecomensajería.

¿Es esto ecodiseño?

El ecodiseño consiste en introducir consideraciones ambientales en el diseño de los productos para evitar o reducir su impacto negativo en el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida.

Este tipo de mejoras son cada vez más frecuentes y  hoy en día no es extraño encontrar productos que publicitan estos avances para captar nuestro “consumo sostenible”. Debate aparte es saber si la mejora publicitada es tan valiosa, si supone un avance significativo o sólo una discreta corrección. Nos queda mucho por aprender para saber qué productos son verdaderamente competitivos en términos de protección del medio ambiente.

Esta es la duda que suscita un producto que acaba de salir al mercado.  Actualmente un fabricante de papel higiénico muy conocido anuncia un papel higiénico cuyo cilindro puede ser tirado al wáter porque es biodegradable. Es más, el cilindro en cuestión es 100% de pasta de papel de proveedores certificados por cultivo sostenible y según la compañía, además, sólo requiere tirar una vez de la cadena. ¿Es esto ecodiseño?

Visto el anuncio, nos viene inmediatamente a la mente una campaña del Ministerio de Medio Ambiente titulada El total es lo que cuenta. Su spot relacionado con el agua intentaba concienciar a los españoles de no usar el inodoro como cubo de basura. Cada vez que tiramos de la cisterna consumimos de 6 a 12 litros.  El Canal de Isabel II en Madrid sensibiliza en la misma dirección y sugiere disponer de papelera en el aseo para evitar estos comportamientos. Entonces, ¿qué nos ofrece este producto? ¿la posibilidad de gastar seis litros más de agua?

Para orientarnos en estas reflexiones hay instituciones que ofrecen información y ejemplos acerca de cómo avanzar en temas de diseño y hacer de ello una ventaja competitiva. Aquí os dejamos una de las iniciativas más interesantes la web www.productosostenible.net donde encontraréis múltiples ejemplos de productos que han sido mejorados gracias al ecodiseño.

Huerto urbano. Semana 1.

Un miembro de Lacélula se ha lanzado a cultivar un huerto en casa.  El asunto representa todo un reto. Está claro que las ciudades y sus pisos son territorios difíciles para la agricultura, por lo que una aventura de este tipo nos parece algo así como un símbolo de que hay nuevos caminos por recorrer hasta en la terraza!

Seguiremos aquí los progresos de este proyecto y esperamos mostrar en breve algunos tallos verdes victoriosos.

Aprendiendo economía solidaria

La Red de Economía Solidaria mantiene un espacio en su web donde se pueden encontrar ejemplos de emprendimientos centrados en temas sociales o ambientales. La iniciativa es muy interesante y generosa. Consiste en una serie de vídeos con testimonios de las personas que  impulsan estos proyectos. La muestra está dividida por comunidades autónomas y el perfil es muy variado. Nosotros nos quedamos con el vídeo de Grupo La Veloz.

Esta cooperativa fundada en Zaragoza en 1993 inició sus actividades como un servicio mensajería que usaba principalmente bici y vehículos menos contaminantes. En 2001 crearon Nabata Asesoría, una consultora para entidades de la economía social y, en 2004, la Recicleta centrada en la reparación y  venta de bicicletas.

Algo más de siete minutos de vídeo en los que varios miembros de La Veloz nos regalan algunas de las cosas que han aprendido en once años de trabajo. 

Comenzamos

En LACÉLULA nos dedicamos a proyectos relacionados con la sostenibilidad. Lo hacemos desde una perspectiva singular. En parte porque nos apasiona y nos preocupa. Así que nos devanamos los sesos para empujar lo sostenible hacia lo normal para que lo insostenible deje de ser lo habitual. La metamorfosis del erizo forma parte de esta cabezonería y surge de una convicción: la sostenibilidad debe expandirse por la economía española, en todas sus facetas y posibilidades.

La aventura es complicada, requiere entusiasmo, pero al cabo se trata del reto del mundo que nos ha tocado vivir. Nos va mucho en ello: la competitividad, la prosperidad ambiental y una parte muy importante de nuestro equilibrio social. Así que queremos animar a todos los que se quieran sumar a la batalla.

España no está en la vanguardia de la economía sostenible pero hay muchas personas que a pesar del esfuerzo añadido, de los convencionalismos y las frases hechas, y del lastre de la crisis piensan en el futuro y compran, emprenden y gestionan sus empresas considerando el impacto social y ambiental de sus decisiones.

La metamorfosis del erizo es un espacio para todas esas ideas e iniciativas valientes que nos hacen creer que es posible una economía más sostenible. Además, de un lugar de protesta para aquellas que nos impulsan a pensar todo lo contrario. Comenzamos.