jueves, 22 de diciembre de 2011

Feliz 2012


Ilustración de Pablo Pino

Nos queda muy poco para abandonar 2011 y seguro que más de uno lo hará con cierto alivio.  Vértigo, es la sensación que nos dejan estos doce meses inciertos que nos han traído convulsiones financieras, tasas de paro inauditas, elecciones generales y fracasos estrepitosos en la lucha contra el cambio climático. 

Cuesta, cuesta ver este fin de año como una ocasión para el optimismo pero claramente es lo más sensato. Hoy la alegría y la dedicación a los proyectos que cada uno tratamos de llevar adelante es la mejor contribución que podemos hacer. 

Nosotros que nos sentimos muy agradecidos por el trabajo y los afectos que nos ha traído 2011 queremos dejar un mensaje de optimismo para 2012.  Como dice la postal que hemos enviado a nuestros amigos, colaboradores y clientes: 

Otra realidad puede abrirse camino, solo necesita un lugar donde crecer.

Así que os deseamos doce meses de imaginación, energía y entusiasmo para impulsar organizaciones mejores y sociedades mejores allí donde estéis, valor para ofrecer vuestras ideas más revolucionarias y paciencia para no decaer en vuestros propósitos más idealistas.

Y, por supuesto, unas felices y divertidas fiestas con todos los que queréis.

El equipo de Lacélula





martes, 13 de diciembre de 2011

Aprendiendo y enseñando a construir un Plan Director en RSE


Estas semanas andamos con nuestro blog bastante desatendido pero nos excusa tener buenas razones para ello, ya que es el trabajo con nuestros proyectos lo que nos tiene absortos desde hace días.
En especial nos alegra haber comenzado nuestras actividades con los alumnos del Máster de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la Universidad de Alcalá. El equipo de Lacélula es el encargado de desarrollar con ellos su Proyecto Fin de Máster.

En este sentido nuestra misión es guiar a los alumnos en el diseño de un Plan Director de RSE para cuatro empresas reales. Formalmente seremos sus tutores pero nos gusta vernos más como unos colaboradores que se implicarán con ellos en la construcción de una herramienta estratégica.

Primera jornada lectiva. Algo de teoría para entrar en materia.
Practicando una metodología de consulta a los grupos de interés. 
Y es que el proceso de construcción de un Plan Director de Responsabilidad Corporativa (o Responsabilidad Social Empresarial, según se prefiera) está muy alejado de ser una ciencia exacta. Constituye más bien un proceso de reflexión complejo, donde se conjugan muchos factores y las posibilidades de resolución son múltiples. 

Para elaborarlo con éxito un buen  punto de partida es contar con personas que han desarrollado capacidad y experiencia en la consideración de factores sociales, ambientales y económicos al mismo tiempo. Es decir, lo que podríamos llamar profesionales con una sensibilidad y capacidad técnica para las ‘decisiones sostenibles’. Luego, la participación de un equipo multidisciplinar que en el contexto de la empresa debe formarse por representantes de todas aquellas áreas que tienen un impacto especial en la gestión de la Responsabilidad Corporativa. Estaríamos hablando como mínimo de RRHH, Compras, Medio Ambiente, la dirección económico-financiera y la dirección general.

En el marco del proyecto que nos ocupa los alumnos del Máster prepararán el Plan Director con la colaboración de los equipos directivos de las empresas implicadas y partirán con la fortaleza de ser un grupo de estudiantes diverso  en su origen cultural y profesional. Estamos convencidos de que la suma de tantas personas dará lugar a muchos y muy buenos resultados para las empresas que han decidido colaborar en el Proyecto.

Por nuestra parte, sabemos que aprenderemos del trabajo en equipo y encontraremos oportunidades para mejorar e innovar. Comenzamos una aventura que nos llevará hasta el mes de junio y que seguro nos servirá a todos para desarrollar nuestra visión de las posibilidades de la gestión empresarial sostenible. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Perderemos también el tren del empleo verde?

Tan sólo quedan unos días para que los españoles nos pronunciemos en las urnas y más de uno querríamos que el voto tuviera poderes redentores para esta maltrecha economía nuestra. 

Pero una redención en la senda adecuada no un retorno a cualquier forma de economía con tal de que genere empleo mañana.  Alguna lección debe quedar de la dolorosa factura que nos está pasando haber crecido a través de sectores que no generaban conocimiento y se sustentaban en el uso intensivo de recursos naturales. 

En este punto,  a nuestro juicio el futuro pasa por conseguir que España se alinee con los países que viajan ya hacia una economía baja en carbono.  Más cerebro, menor pérdida de recursos naturales, más eficiencia en el consumo.  No menos competitividad, ni menor desarrollo.

Este tipo de economía genera lo que se ha dado en llamar empleos verdes.

Sobre qué se considera empleo verde hay un debate específico en el que algunos consideran sólo las ocupaciones vinculadas a actividades ambientales y otros establecen una categoría más amplia donde se podría incorporar a todas aquellas profesiones que se desarrollan en sectores y empresas con un impacto ambiental reducido compatible con un modelo económico más sostenible.

Desde una perspectiva u otra hay consenso sobre la oportunidad e idoneidad de crear empleo en este ámbito pues se trata de economía, en su mayoría de valor añadido, que encontrará  más ventajas o, cuando menos, menores obstáculos en un futuro marcado por el cambio climático.

Para constatarlo reunimos aquí algunas publicaciones que investigan sobre este nicho de empleo:

Sin embargo, un asunto como este no ha tenido espacio en el debate electoral mayoritario sobre empleo. Aún parece provocar pudor conectar medio ambiente y economía como si en ello hubiera una sospecha de frivolidad.   Bien al contrario en ese binomio hay una senda de progreso económico y social por explotar.  

Ojalá el partido que llegue al Gobierno el domingo no consienta  que también perdamos el tren del empleo verde

lunes, 31 de octubre de 2011

La UE no abandona a la RSC

La semana pasada la Comisión Europea publicaba una nueva comunicación sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC) titulada Una estrategia europea renovada 2011-2014 para la RSC.

Para aquellos que no están familiarizados con estos temas va una introducción rápida (y por tanto arriesgada) pero que servirá para ayudaros a entender la relevancia de esta noticia.

La Responsabilidad Social Corporativa es una filosofía de hacer y gestionar empresa que defiende que éstas deben considerar no sólo la rentabilidad sino también el impacto social y ambiental de sus actividades para crear valor económico, social y ambiental. La Unión Europea lleva años contribuyendo a que esta visión de las responsabilidades empresariales prospere en el tejido económico europeo, ya que considera que contribuye a la competitividad de las empresas y al progreso social y económico de la Unión. Muchas empresas han acogido este concepto y las instituciones comunitarias han facilitado este proceso con leyes, sensibilización, apoyo público y financiación. Con ello ha contribuido a que Europa sea posiblemente la región con más empresas que aplican medidas relacionadas con esta forma de trabajar.

Esta nueva comunicación de la Comisión viene a renovar la posición de la Unión en este asunto pero en esencia no marca una diferencia radical con su última comunicación de 2006. Las empresas y sus iniciativas voluntarias siguen siendo las protagonistas de este movimiento de transformación empresarial y la UE lo apoya como una fuente de competitividad para las empresas europeas. Tal vez no es un mensaje muy novedoso para los que llevamos años siguiendo estos temas pero en medio de la crisis es una gran noticia que la Unión renueve sus esfuerzos por apoyar la RSC y siga defendiendo que para crecer y ser competitivas las empresas no pueden dejar de atender a su impacto social y ambiental.

La gran aportación del documento son una serie de medidas que constituyen la agenda de acciones que se plantea la Comisión para lograr que la difusión de la RSC reciba un fuerte impulso de 2011 a 2014. Para nosotros la más llamativa es una que queda fuera de la enumeración de 13 medidas de la agenda pero que seguro será de las que más interese a las empresas. La Comisión presentará una propuesta legislativa sobre la información ambiental y social que deben publicar las compañías lo que tendrá un impacto sobre los reportes anuales.

El resto de medidas las dejamos aquí para vuestra valoración. ¿Servirán realmente para dar el espaldarazo definitivo a la RSC en la política comunitaria?

  1. Crear en 2013 una plataforma de RSC multistakholder lo suficientemente amplia como para establecer compromisos públicos para cada sector en los asuntos relevantes para la RSC y monitorizar su cumplimiento
  2. Lanzar en 2012 unos premios europeos para reconocer alianzas basadas en la RSC entre empresas y otros grupos de interés.
  3. Actuar contra el green-washing mediante la aplicación de la Directiva sobre Prácticas Comerciales Injustas prevista para 2012.
  4. Abrir un debate público sobre el papel de las empresas en el siglo XXI.
  5. Lanzar en 2012 un proceso de trabajo con empresas y otros actores para crear un código de buenas prácticas en materia de auto y corregulación.
  6. Facilitar una mejor integración de las consideraciones ambientales y sociales en la compra pública como parte de la revisión en 2011 de la Directiva de Compra Pública
  7. Considerar requerir a los fondos de inversión y a todas las instituciones financieras que informen a sus clientes sobre qué criterios de inversión ética o responsable aplican o a qué códigos o estándares se suman en esta materia, si los hubiera.
  8. Facilitar apoyo financiero a la educación en RSC y en 2012 lanzar una acción de sensibilización sobre la necesidad de educar a profesionales y empresas en la importancia de cooperar en temas de RSC.
  9. Crear en 2012, junto a los estados miembro, un mecanismos de evaluación conjunta de las políticas nacionales de RSC.
  10. Monitorizar los compromisos adquiridos por las empresas europeas en cuanto a aplicar en sus operaciones los principios y guías de la RSC y la ISO 26000.
  11. Trabajar con las empresas y sus grupos de interés para desarrollar en 2012 un guía sobre derechos humanos para un número limitado pero relevante de sectores industriales, así como una guía para pymes basada en los Principios sobre  Empresa y Derechos Humanos de Naciones Unidas.
  12. Publicar hacia finales de 2012 un informe sobre las prioridades de la Unión Europea en cuanto a la implementación de los Principios sobre  Empresa y Derechos Humanos de Naciones Unidas, y a partir de ese momento establecer informes de progreso en esta materia.
  13. Identificar modos para promover una conducta empresarial responsable en futuras iniciativas políticas dirigidas a lograr que en terceros países se  produzca una recuperación y crecimiento económico más inclusivo y sostenible 

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Quieres medir tu capacidad para pensar en el largo plazo?

John Elkington desde Volans y en compañía de la agencia de comunicación y publicidad JTW presentaron el pasado 12 de octubre una publicación de obligada visita para todos aquellos que sienten debilidad por la sostenibilidad y la innovación: TheFuture Quotient.

El proverbial interés de Elkington por crear nuevos conceptos y definir la vanguardia del pensamiento sobre la sostenibilidad le ha llevado ahora a formar parte de un proyecto que cuestiona nuestra capacidad individual y colectiva para pensar en el largo plazo.

El punto de partida de los autores es que esta capacidad es crítica para la innovación y para el desarrollo sostenible en el que tan poco se ha avanzado en los últimos años a pesar de tantos y tan denodados esfuerzos. Ya que, como bien nos recuerdan, el término desarrollo sostenible se acuñó allí por 1987 y desde entonces no hemos dejado de transitar hitos y hechos que no han hecho más que confirmar lo poco que hemos logrado en esta materia.

El objetivo de esta iniciativa, de la que esta publicación es su primera entrega, es llegar a  medir la capacidad para pensar en el futuro o Future Quotient (FQ) a través de un coeficiente similar al de inteligencia (IQ), al Coeficiente Emocional (EQ) o el Coeficiente Ecológico (Eco-Q), y del mismo modo hacer de ello un factor para diferenciar las capacidades de personas, equipos y organizaciones.

Las 5 dimensiones del liderazgo con un alto FQ 
La idea es sugerente, aunque al mismo tiempo nos provoque algunas reservas. Compartimos la conclusión de que estamos fracasando en nuestra capacidad para tomar decisiones que contemplen el impacto en las futuras generaciones. Si el FQ puede servir para ponerle remedio, ya es otra historia. Sin embargo, Elkington con su capacidad para atraer la atención contribuye a abrir el debate y, por tanto, a encontrar una posible respuesta.

Así pues, con la distancia que se debe establecer con todo aquel documento que se pretende esclarecedor de su propio tiempo, recomendamos una visita a The Future Quotient. En especial a sus páginas 18 y 19, y  a su cuarto capítulo donde, si tenéis un buen rato, podréis según los autores “explorar el modo de pensar de vuestro equipo” mediante la metodología MindTime, una de las primeras herramientas generadas por el proyecto.

Eso sí armaros de paciencia con el sistema de publicación digital que han usado para compartir este documento. El mareo está garantizado.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Juego de suma cero

En la literatura sobre gestión responsable de cadena de suministro se suele considerar que el problema principal en esta materia es eliminar los riesgos sociales y ambientales asociados al aprovisionamiento.

Y verdaderamente es así. La creación de grandes cadenas de suministro y el aprovisionamiento a escala global conllevan un difícil control sobre la forma de hacer de los proveedores, sus estrategias para cumplir con los compromisos que adquieren o el modo en el buscan sus márgenes.  Aún hoy aparecen problemas de abusos laborales, de vulneración de los derechos humanos o de daño ambiental grave en las cadenas de suministro como muestran noticias recientes sobre Apple, Nike o Inditex.

Las grandes empresas necesitan estrategias y programas que logren la cooperación de los proveedores en este sentido, y muchas realizan importantes inversiones para formarles, seguir su comportamiento y controlarlo.  Por ello a este tema, se dedican muchas horas de análisis y consultoría.

Sin embargo, es más difícil ahondar en un asunto mucho más sencillo ¿Cómo debería ser el comportamiento de una empresa para asegurar un trato responsable a sus proveedores?

Desde la anterior perspectiva se aborda el cumplimiento por parte del proveedor de aspectos críticos como los derechos humanos, la legislación o la protección más básica del medio ambiente. ¿Pero cuando esos aspectos quedan cubiertos por operar con proveedores occidentales o solventes en ese sentido? ¿Qué queda para las relaciones cotidianas donde normalmente hablamos de pequeños proveedores para grandes empresas?

Cuando la situación económica resulta tan asfixiante para las pymes y todos nos vemos inmersos en una coyuntura incierta, este aspecto de las relaciones comerciales tiene un valor renovado desde nuestra perspectiva.

Las empresas compiten, luchan por su beneficio y buscan su oportunidad de mejora en cada aspecto de su gestión. El aprovisionamiento puede ser un escenario muy duro para esa supervivencia y las posiciones no son equivalentes entre grandes y pequeñas.

Si hablamos de recuperar nuestra economía y encontrar un espacio para la mejora y la protección del empleo los esfuerzos y las formas que se puedan desarrollar entre grandes empresas y proveedores son un asunto importante. 

¿Cómo lograrlo? Construyendo relaciones de beneficio mutuo con los proveedores en las que prime el respecto al proyecto empresarial de cada una de las partes y la consideración a las exigencias que esto plantea. Así aquellos que contratan pueden hacer mucho para empujar la economía de todos garantizando aspectos como:
  • Información clara y transparencia en los procesos de contratación
  • Promoción de la competencia y la libre concurrencia
  • Plazos de entrega y precios sostenibles, y en el curso de la relación comercial evitar cambios que puedan afectar a estos mismos elementos.
  • Estabilidad en las relaciones comerciales
  • Comunicación fluida entre ambas partes.

En tiempos de crisis sería muy positivo no profundizar en una visión del mercado darwinista donde la gestión compras puede ser interpretada como un juego de suma cero. 

Una empresa que crece alentando la prosperidad de su cadena de suministro es mucho más valiosa para la sociedad y puede estar más segura de su éxito por promover la estabilidad del tejido económico que le rodea, saber captar las oportunidades de mejora que suscita la sintonía entre empresas y tener una puerta más para la creación de sinergias. Un juego en el que la suma se acrecienta.


jueves, 29 de septiembre de 2011

Invitados a reinventar

Las dificultades que están atentando contra la estabilidad económica, ambiental y social de nuestro entorno no son sólo fuente de angustia, malestar y dudas. Asistimos a una efervescencia social sin precedentes.  Muchos son los que movilizan sus mentes y sus actos en busca de soluciones, movidos por la constatación de que muchas de las estrategias de progreso están fracasando y es imperativo inventar nuevos modos y medios. La crisis está abriendo camino a la creatividad, dando alas al pensamiento más rupturista.

La crisis nos ha pasado, el cambio los podemos hacer pasar. Todos estamos invitados a reinventar el mundo, aunque sea aquel que nos rodea de forma inmediata, cuestionando nuestras ideas preconcebidas y  las convenciones que asumimos como verdades para aportar nuestra interpretación más libre y personal de cómo deberían y podrían ser las cosas.

Aquí os dejamos la visión de  The Center for aNew American Dream.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Enterprise 2020 y el Sr. Ortún


Ayer tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación Enterprise 2020. Una iniciativa promovida por Forética y CSR Europe. Para entender este proyecto la mejor fuente de información es la web de Forética pero en esencia estamos ante una nueva invitación a las empresas para que participen en una dinámica de trabajo orientada a tres objetivos:
  • Ayudar a las empresas a alcanzar una competitividad sostenible a través de una plataforma de innovación e intercambio.
  • Fomentar la colaboración entre las empresas y sus grupos de interés mediante la búsqueda de sinergias.  Reforzar el liderazgo de Europa en materia de RSC.

Sumarse a este esfuerzo se concreta en ponerse a trabajar con otros actores en el avance de la gestión responsable y sostenible en la empresa. Aquellas que participen podrán elegir entre impulsar proyectos en alianza con otras empresas o hacerlo en colaboración con grupos de interés en cuatro áreas temáticas: Transformación de mercados, Salud y bienestar, Sociedades integradoras y Transparencia para lograr confianza.

El evento dio para mucho más que para conocer Enterprise2020 y contó con la intervención de ponentes internacionales muy interesantes. A destacar  la memorable intervención de Will Day, ex presidente de la Comisión de Desarrollo Sostenible del Gobierno Británico y académico  de la Universidad de Cambridge. Su exposición de los grandes retos que enfrenta la humanidad, exenta de dramatismos pero con datos claros y concisos, fue todo un ejercicio de síntesis y transmisión de toda la complejidad que entraña aquello que llamamos sostenibilidad.

 Sin embargo, si debiéramos destacar algo de este evento nos quedamos con la tenaz e infatigable esperanza de mejora que, en primer término, transmitieron Forética y CSR Europe  al no mover un ápice sus expectativas sobre el papel que deben jugar las empresas en el cambio hacia un escenario social y ambiental mejor, a pesar del clima de desánimo y urgencia que impera hoy. 

Y segundo, mención especial para Pedro Ortún director de Empresa e Industria dela Comisión Europea, quien con una complicidad y humanidad poco frecuente en estos eventos  mostró que en las instituciones comunitarias hay personas y profesionales que libran una batalla en este terreno que va más allá del celo profesional o la aspiración personal para ubicarse en el terreno de las convicciones.

Cuando lo políticamente correcto, la rutina y las dificultades amenazan  con convertir un elemento transformador como la Responsabilidad Social Corporativa en algo prosaico, la energía del Sr. Ortún fue un soplo de aire fresco y motivación.  

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Biomimicry

La última vez que intenté convencer a un amigo de la necesidad de vivir, producir y comerciar de una forma más sostenible me acusó poco menos de querer apagar la luz a la próxima Marie Curie.

Cuando hablamos de proteger la naturaleza caben muchos enfoques y estrategias, aunque hay que ser claros, el futuro no pasa por seguir consumiendo y explotando el medio al ritmo que lo estamos haciendo. Sin embargo, tampoco hablamos de un regreso a la caverna y el taparrabos. Ese es un estereotipo fácil que plantea una disyuntiva tramposa: o seguimos como estamos, sin perder un ápice de lo que ahora entendemos por calidad de vida y básicamente que sea lo Dios quiera, o la alternativa es cambiar y volver al siglo XVIII.

La urgencia es precisamente evitar que la situación nos lleve a un retroceso importante en bienestar y expectativa de desarrollo, o a dificultades más graves. Tal situación exige un profundo cambio cultural y tecnológico que supone esencialmente poner nuestra inteligencia y capacidad de adaptación al servicio de nuevos objetivos.

Un buen ejemplo de ello se encuentra en el concepto biomimicry. Esta disciplina estudia las mejores ideas que ofrece la naturaleza e imita los diseños y procesos que las han hecho posibles para resolver problemas humanos. En esencia, aprender de las soluciones que ofrece la naturaleza para avanzar en equilibrio con ella.

En muchas ocasiones esta emulación se reserva para la innovación tecnológica y así surgen nuevas soluciones que recogen la inteligencia natural para ponerla al servicio del progreso humano. Ejemplos de este tipo podemos encontrarlos en el proyecto Ask Nature del Biomimicry Institute o en los ganadores anuales de los Earth Awards. Este premio recayó en 2010 en los profesores David Wendell y Carlo Monetmagno de la Universidad de Cincinnati, quienes han creado una espuma fotosintética. Este material, inspirado en los nidos de una rana sudamericana, capta y transforma la energía del sol con más eficacia que los organismos vivos. Absorbe dióxido de carbono de la atmósfera y genera azúcares que pueden ser convertidos en biocombustible. Se instalará en las centrales eléctricas que queman carbón para ayudar a combatir el cambio climático.

Sin embargo, no se trata solo de innovación tecnológica. Recientemente The Guardian nos ponía sobre la pista de una iniciativa que aplica este enfoque a la gestión empresarial: la BCI, Biomimicry for Creative Innovation. Según esta organización todos los organismos que han habitado la tierra desde sus orígenes han aplicado las mismas normas básicas para sobrevivir a entornos cambiantes y llenos de retos para la supervivencia:
  1.  Atender, responder y adaptarse a las condiciones variables.
  2. Vivir dentro de los límites de los sistemas terrestres.
  3.   Apoyar a los ecosistemas para apoyarse a sí mismos.
  4. Los principios naturales que hay que aplicar
     a la gestión empresarial, según el BCI
Existe una serie de principios que permiten aplicar estas normas y BCI propone a las empresas que los adopten para perdurar en medio del cambio. Estos principios serían:
  1. Construir resiliencia (capacidad de recuperación y resistencia) 
  2. Adaptarse
  3. Optimizar
  4. Integrar los sistemas
  5. Actuar según unos valores
  6. Apoyar la vida

En un principio, no parece una mala propuesta para un mundo tan necesitado de inspiración y nuevas formas de pensar.

Para saber más sobre esta iniciativa aquí podréis encontrar más información.


Alma Pérez








martes, 6 de septiembre de 2011

Limpieza de cara


Este verano hemos trabajado en una nueva versión de nuestra web www.lacelula.es. No se trata de un gran cambio respecto a su contenido anterior pero introduce algunas novedades como la presentación del equipo de Lacélula. En este punto queremos agradecer el trabajo de nuestro amigo Rodrigo Vargas. Este fotógrafo amante del formato analógico y las cámaras antiguas nos ha provisto de una fotos que, al menos a nosotros, nos gustan mucho. Desde aquí volvemos a agradecerle el cariño y el cuidado que dedicó a este trabajo.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Lacélula reloaded


Volvemos y nos disponemos a afrontar el otoño con fuerzas renovadas, aunque aún conservemos el recuerdo en nuestra retina del mar y el verde. Sí, nos hemos escapado lejos de la ciudad en la medida que hemos podido para regresar con la mente clara y un poco menos de contaminación en los pulmones.

Del verano, nos quedamos como todos con la libertad de los horarios y el viaje pero también con las lecciones que nos deja esta pausa. Primero, recordar que pueden existir otros tiempos, otros ritmos vitales. Lo notamos en las vacaciones y regresamos al trabajo como a las galeras porque no sólo perdemos el descanso sino que recuperamos un ritmo que a duras penas conseguimos mantener. Luchemos por ser eficientes en horarios de trabajo razonables y seremos una sociedad más sana. Nosotros al menos así lo entendemos y estamos trabajando por adaptar esta visión a nuestro propio proyecto empresarial, tarea nada sencilla pero creemos que posible.

Segundo, existe un mundo fuera de la ciudad. Los habitantes del asfalto vivimos lejos de la naturaleza y esa distancia no contribuye a que apreciemos bien cuánto dependemos de ella. Lección para el invierno: tener presente toda la belleza de nuestros viajes y proteger con nuestros hábitos y nuestros trabajos el mundo que conocemos. Si queremos  regresar a un mar limpio, disfrutar del frescor y el silencio del bosque de nuestra infancia o conocer el exotismo de lugares  y gentes lejanos, tengamos presente que necesitan que compremos con juicio y usemos los recursos con cuidado.

Además, en vacaciones se hace más patente el olvido que vive el mundo rural. El verano de alguno de nosotros nos reafirma en esta idea: vivimos de espaldas al campo y, con ello, además de menospreciar el lugar de origen de muchas de las cosas que nos resultan imprescindibles en nuestro día a día, estamos perdiendo modos de hacer y de vivir que será difícil que permanezcan. Se sabe poco de estos esfuerzos pero cada día es más crítica la labor de todas aquellas personas e iniciativas que luchan porque esto no suceda abriendo nuevos caminos de la ciudad al campo y del campo a la ciudad. Merecen todo nuestro apoyo.

Finalmente, los más afortunados encuentran en sus vacaciones una nueva inspiración y la voluntad de regresar para realizar cambios. Esa es la energía que necesita esta sociedad agotada por la crisis y la complejidad de los problemas. Desde aquí una invitación a imaginar y avanzar lejos del miedo. Reinventemos lo que ha dejado de funcionar y tengamos el arrojo de creer que pueden existir alternativas a las estructuras y tecnologías que usamos,  y a las formas de trabajar, prosperar y vivir que conocemos.

Feliz regreso al trabajo.

lunes, 1 de agosto de 2011

Ya no somos buscadores de oro

¿A quién pertenece un bosque que ha tardado miles de años en crearse?

¿Un yacimiento de petróleo que ha necesitado millones?

¿El agua, que se purifica y se renueva gracias al funcionamiento de los ecosistemas?

o ¿el aire que está en todas partes y no entiende de fronteras?

Venimos de una visión del mundo donde los recursos eran abundantes, aparentemente infinitos. La naturaleza por grande e incontrolable era un espacio para la conquista donde cada intervención humana se percibía como una victoria por la supervivencia.

Ese mundo está ya muy lejos. Hemos sido tan tenaces en nuestra domesticación del entorno que hemos acabado por ponerlo en peligro y a nosotros con él. Debemos abandonar definitivamente esta forma de ver las cosas.

Un paso para cambiar esa cultura podría ser cuestionarse cómo se puede ceder sin apenas condiciones la explotación de bienes naturales de valor incalculable o consentir la alteración de ecosistemas únicos para el beneficio  de un negocio individual.

Todos necesitamos los ríos, las montañas, los bosques, el aire y el agua para vivir pero unos pocos los explotan sin que analicemos el alcance de su intervención. El patrimonio natural de la Tierra es del conjunto de la humanidad y además está interconectado.  Todos acabaremos por respirar el aire que contaminan en China y veremos desaparecer parte de la costa por la descongelación de los polos.

Entidades como el Grupo ETC observan y denuncian los proyectos que promueven las intervenciones a gran escala en la naturaleza  como respuesta a los problemas ambientales que están surgiendo y ante la búsqueda desesperada de materias primas.

Su labor es pequeña pero apuntan hacia uno de los temas que más debieran inquietarnos. Hay una auténtica carrera por hacerse con los recursos, aunque sea a costa de destruir y contaminar más.  La inercia no se detiene se acelera. Un buen ejemplo ello es el empeño voraz por encontrar petróleo y gas, o la impaciencia con la que varios países y sus empresas parecen esperar la descongelación del Polo Norte.

No parece que el futuro de la mayoría importe mucho para algunos. La fiesta no puede acabar. Quieren seguir buscando su oro.


jueves, 7 de julio de 2011

La brecha salarial, un asunto a tratar

Dentro del debate sobre las responsabilidades sociales y ambientales de las empresas caben muchos temas pero aún hay asuntos que no han recibido mucha atención. Nos gusta hablar de aquellos aspectos que pueden contribuir a la competitividad de las empresas y conciliar su crecimiento y desarrollo con el interés social general.

Por este motivo, nos parece muy pertinente el trabajo que acaba de presentar la New Economics Foundation: The Ratio, un informe sobre el reparto de riqueza dentro de las organizaciones.  En él se analizan los inconvenientes de establecer grandes distancias salariales entre los empleados de las empresas y las ventajas de fijar un ratio razonable en este sentido.

Este contenido viene a contribuir a un debate abierto en el Reino Unido gracias a otros estudios que revelan el preocupante desequilibrio en el reparto de la riqueza entre los asalariados británicos con cargo directivo y el resto.

España no es ajena a esta realidad. La encuesta de estructura salarial  de 2009 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 22 de junio  señalaba que en aquel año el sueldo de la categoría de directivos era el  181% de la media de los sueldos españoles.  En 1995 era del 142%.

Además, en uno de los peores años de la crisis los sueldos de la categoría directiva crecieron un 4,5% (63.150 euros de sueldo medio) mientras que el empleado medio se quedó en 2.9% (22.511 euros) y el peón, el puesto peor remunerado creció un 0,1% (15.343 euros).

También merece la pena detenerse un minuto en el  gráfico que publicó en mayo el medio digital lainformación.com para analizar las diferencias salariales entre los consejeros, la alta dirección y los trabajadores de las empresas del Ibex 35.

El hecho está ahí: existe una creciente brecha salarial entre los españoles. Y esta realidad tiene su lectura social. Lo que justifica la necesidad de, al menos, valorar la reflexión que nos propone de The Ratio. 

viernes, 1 de julio de 2011

8 metros menos de costa

El pasado 19 de junio el telediario de TVE nos dejó epatados. Entre sus contenidos se hacía eco de un informe publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad en España en el que se advertía de la grave amenaza que representa la subida del nivel del mar para las costas españolas. Una situación que se puede resumir en un dato: en 2050 está previsto que en el Mediterráneo  la costa retroceda una media de 8 metros. Esto tiene efectos tan concretos como que desaparezca La Manga del Mar Menor, en Murcia.

No es que no supiéramos del incremento del nivel del mar como producto de proceso de calentamiento global, es que da miedo constatar como noticias de este calado pasan sin aparente trascendencia cuando van redefinir el mundo que conocemos. No deja de sorprender ese efecto narcotizador de la sobreabundancia informativa.

Sin embargo, no todo el mundo considera la subida del nivel del mar un proceso tan lejano o incierto. Os invitamos a conocer a un grupo de estudiantes que están trabajando en un mundo con menos superficie terrestre. Se trata del equipo de la Universidad Técnica de Delft que participará en la próxima edición del Solar Decathlon Europe, una competición universitaria internacional centrada en el diseño y construcción de viviendas que utilicen sólo energía solar y hagan un uso eficiente de los recursos naturales que se celebrará en Madrid en septiembre de 2012. Estos estudiantes holandeses competirán con una casa flotante pensada para una Holanda con menos terreno urbanizable.

¿Será que en Holanda se piensa más de la subida del nivel del mar?




viernes, 17 de junio de 2011

Sobre la falla de Wellington

Hemos colaborado con el medio digital Ethic con un post sobre el cambio climático y la forma en la que gobiernos, empresas y ciudadanos lo estamos afrontando. 

viernes, 3 de junio de 2011

Algo se mueve


Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre el Movimiento 15-M, impulsado por colectivos como Democracia Real Ya, entre otros. Los acontecimientos que se desarrollaron, de manera especial, la semana previa a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo han provocado todo tipo de reacciones, de las más entusiastas a las más airadas. Pero sorprenden más aquellas condenatorias o concluyentes. No pocos comentaristas y tertulianos se han aventurado a descifrar qué es lo que está ocurriendo en la Puerta del Sol, convencidos de tener todas las claves.

Es muy arriesgado explicar los procesos sociales en curso y más cuando estos surgen de forma espontánea y al calor de las redes sociales. Además, por lo pronto nos resulta totalmente innecesario. Es tiempo de escuchar.

Si una cosa nos muestran estas movilizaciones es que algo está cambiando en el espacio público. Con independencia de los resultados electorales del domingo 22 de mayo, algo más profundo se transforma, se mueven los cimientos de la sociedad y algo que nadie acaba de entender comienza a transformar la realidad, poco a poco. Un cambio que ciertamente no es fácil de comprender en toda su dimensión. Y esta reflexión, más allá de lo que signifique el movimiento o el impacto que pueda llegar a tener, es ya interesante en sí: no está claro que hayamos comprendido qué fuerzas o qué dinámicas han provocado todo esto. Se trata de algo nuevo. Pero sí hay una cosa clara: respetar, oír e intentar entender esta indignación colectiva, esta nueva corriente, será mucho más positivo que ignorarla o, peor, despreciarla.

Se comienza a demandar otro modo de hacer, otra manera de actuar que tenga en cuenta a la sociedad, a la ciudadanía, que tenga en cuenta el futuro de las nuevas generaciones. Un sistema que no dé la espalda al destinatario final de las decisiones. Pero las demandas no se circunscriben sólo al espacio político. El sistema económico y las empresas son también objeto de este clamor ciudadano. Y esto también es nuevo.

Nadie debe olvidar que el Movimiento 15-M no está formado sólo por los jóvenes que vemos en las plazas, ellos son la cabeza de lanza de todos los ciudadanos que han sabido movilizar en estos días y de tantos otros que les siguen con esperanza. Esas personas son ciudadanos pero también empleados, clientes o proveedores de muchas compañías españolas. En este sentido, y más allá de promover y activar el debate o la reflexión en torno a ciertos temas con estos colectivos, las empresas también debieran saber acudir allí donde el diálogo, la participación y la expresión colectiva se está produciendo de manera espontánea.

La indignación inicial dará paso a un proceso de reflexión más profundo y propuesta colectiva que los poderes públicos, pero también las empresas, debieran atender. Sólo así comprenderán mejor estas últimas el entorno que las rodea y habrán dado el primer paso para aprender, conversar e innovar.

Algo se mueve, no lo ignoren, estén atentos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Lecciones para el emprendedor del futuro (Gunter Pauli)

El emprendedor del futuro es aquel que pretende molestar, resultar incómodo, cambiar las reglas del juego a través de su emprendimiento y hacer más con lo que ya se tiene. Este mensaje enérgico y contundente fue uno de los que transmitió el profesor Gunter Pauli la semana pasada en un encuentro en Hub Madrid con emprendedores sociales al que asistimos.

The Hub es una red de centros en todo el mundo que pretende fomentar la innovación y el emprendimiento social. Pero es más que eso. Cruzar la puerta del local de The Hub en Madrid supone entrar en un espacio efervescente e inspirador, y acercarse a él resulta muy útil cuando se está impulsando un proyecto empresarial con el que se pretende además cambiar las cosas. Lacélula acaba de sumarse a The Hub en Madrid.

Volviendo al tema del post, la charla con el profesor Gunter Pauli fue estimulante para todos los allí presentes. Pauli habló de La Economía Azul, una iniciativa que se define así en su página web (página que por cierto se renueva semanalmente recogiendo ideas de emprendedores sociales de todo el planeta y mostrando que es posible otro tipo de economía): “(…) La Economía Azul es una comunidad internacional de empresas, innovadores y científicos que proporcionan recursos para desarrollar, implementar y compartir modelos de negocio prósperos que se esfuerzan por mejorar los ecosistemas naturales y la calidad de vida para todos. La Economía Azul permite responder a las necesidades básicas de todos con lo que tenemos. Se trata de una nueva forma de diseñar un negocio: usar los recursos disponibles en cascada, de modo que los residuos de un producto se conviertan en un nuevo input del sistema”. Sin duda un reto ambicioso y una forma diferente de abordar la economía y la empresa.

En la charla celebrada en Hub Madrid, Pauli fue al origen de la motivación del nuevo emprendedor: el emprendedor del futuro no sólo ambiciona su propio beneficio. El emprendedor del futuro quiere además cambiar las cosas. Identifica un problema de nuestros días, vinculado al desarrollo sostenible, y cree que es posible solucionarlo desde la lógica empresarial. Y esto le motiva, casi le obsesiona, aunque a ojos de los demás pueda parecer una locura. Esta motivación se convierte en su activo más potente como emprendedor.

No es fácil descubrir cómo hacerlo y menos aún tener éxito en el intento, pero sin duda conseguirlo supone dar con el modelo de empresa que a todos nos gustaría. Desde Lacélula os animamos a visitar la página de la comunidad de La Economía Azul -y a que os paséis por Hub Madrid- para que encontréis vuestra propia forma de cambiar las cosas.

Marta Jiménez