Ayer tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación Enterprise 2020. Una iniciativa promovida por Forética y CSR Europe. Para entender este proyecto la mejor fuente de información es la web de Forética pero en esencia estamos ante una nueva invitación a las empresas para que participen en una dinámica de trabajo orientada a tres objetivos:
- Ayudar a las empresas a alcanzar una competitividad sostenible a través de una plataforma de innovación e intercambio.
- Fomentar la colaboración entre las empresas y sus grupos de interés mediante la búsqueda de sinergias. Reforzar el liderazgo de Europa en materia de RSC.
Sumarse a este esfuerzo se concreta en ponerse a trabajar con otros actores en el avance de la gestión responsable y sostenible en la empresa. Aquellas que participen podrán elegir entre impulsar proyectos en alianza con otras empresas o hacerlo en colaboración con grupos de interés en cuatro áreas temáticas: Transformación de mercados, Salud y bienestar, Sociedades integradoras y Transparencia para lograr confianza.
El evento dio para mucho más que para conocer Enterprise2020 y contó con la intervención de ponentes internacionales muy interesantes. A destacar la memorable intervención de Will Day, ex presidente de la Comisión de Desarrollo Sostenible del Gobierno Británico y académico de la Universidad de Cambridge. Su exposición de los grandes retos que enfrenta la humanidad, exenta de dramatismos pero con datos claros y concisos, fue todo un ejercicio de síntesis y transmisión de toda la complejidad que entraña aquello que llamamos sostenibilidad.
Sin embargo, si debiéramos destacar algo de este evento nos quedamos con la tenaz e infatigable esperanza de mejora que, en primer término, transmitieron Forética y CSR Europe al no mover un ápice sus expectativas sobre el papel que deben jugar las empresas en el cambio hacia un escenario social y ambiental mejor, a pesar del clima de desánimo y urgencia que impera hoy.
Y segundo, mención especial para Pedro Ortún director de Empresa e Industria dela Comisión Europea, quien con una complicidad y humanidad poco frecuente en estos eventos mostró que en las instituciones comunitarias hay personas y profesionales que libran una batalla en este terreno que va más allá del celo profesional o la aspiración personal para ubicarse en el terreno de las convicciones.
Cuando lo políticamente correcto, la rutina y las dificultades amenazan con convertir un elemento transformador como la Responsabilidad Social Corporativa en algo prosaico, la energía del Sr. Ortún fue un soplo de aire fresco y motivación.
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