viernes, 20 de mayo de 2011

Reparar, un concepto revolucionario

La obsolescencia programa se ha convertido en un tema de gran interés gracias, entre otros, al magnífico documental Comprar, tirar, comprar. Sólo hay que ver que más de 1.600 personas recomiendan este contenido en Facebook para hacerse una idea del éxito del trabajo de Cosima Dannoritzer. Uno de los últimos post de fair companies nos devuelve este tema y nos ayuda a cuestionarnos cómo podríamos detener la creación masiva de residuos que arrastra nuestro modo de consumo.

El reciclaje es, sin duda, una salida y por suerte comienza a ser reconocido como una actividad cívica. Es más, el reciclaje transita ya los ámbitos del arte y el diseño de vanguardia. Lo que ocurre es que reciclar sólo contribuye a resolver parte del problema. En teoría debería minimizar el impacto de los residuos que no se pueden evitar. Y esta es la cuestión ¿se procura evitar el residuo?

Reciclar tranquiliza conciencias pero el objetivo debería ser no tirar. Suena simple pero en nuestra sociedad ‘no tirar’ es un concepto revolucionario. Aún nos queda por entender que un cubo de la basura no es un agujero negro. Lo que se deja allí va a otra parte a seguir siendo algo inútil y muchas veces tóxico.

Reparar contribuye mucho más a no tirar. Sin embargo, es muy sorprendente lo difícil que es lograr reparar hasta el más simple electrodoméstico. Además, casualmente no es raro que resulte mucho más económico reemplazarlo por uno nuevo que invertir en un arreglo. Obsolescencia programada y obstáculos para la reparación resultan una mezcla fatal.

La crisis está resucitando los negocios que giran en torno a este concepto. La falta de recursos frena el consumo y reduce nuestro impacto en el medio ambiente. Reflexionamos más antes de comprar y nos resistimos a tirar porque no podemos invertir en cosas nuevas.

Cuando dejemos la crisis atrás no debiéramos volver a olvidar que las cosas se debieran poder reparar. Es necesario recuperar un diseño asequible a los ciudadanos, garantías de durabilidad y compatibilidad entre los accesorios que inundan nuestras viviendas. El ecodiseño apunta en esta dirección y las empresas que lo practican nos ayudan a avanzar. ¿Y los consumidores? ¿Podremos resistirnos a la próxima oferta de nuestro operador de telefonía móvil?

Algunas referencias para pensárselo dos veces:

www.ifixit.com
www.nolotiro.org
www.truequeweb.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario